Carta de una entrenadora de fútbol sala

Después de unos cuantos años entrenando a niños y niñas, me gusta sorprenderme en positivo de algunos entrenadores y jugadores, así como los valores que los primeros intentan transmitir.

Cuando está tanto de actualidad los equipos que en categorías inferiores castigan a sus rivales con abundantes victorias, haciéndolo incluso con sorna por ganar, transmitiendo a esos pequeños niños y niñas que la humillación y el castigo al débil es la mejor forma de competir, una se siente orgullosa de formar parte de este deporte que comparte valores como los que el club al que representamos nuestro equipo de niña de fútbol sala de categoría infantil, pertenecemos.

Para ponernos en situación, el equipo que entreno junto con mi compañera Alba, nació con la idea de crear un espacio donde las niñas de esta ciudad pudieran crecer y aprender. De la forma más humilde, se creó un grupo de 9 niñas con muchísima ilusión de competir aun sabiendo que jugarían en una liga donde todos los equipos están compuestos por niños, que, nos guste o no, su experiencia con el fútbol es mayor y su ritmo y desarrollo en las habilidades y capacidades necesarias para desenvolverse en este deporte, es superior. Por lo que en la pista saben que tienen que correr mucho y no desanimarse.

Tras varios partidos nos encontramos con distintos rivales que, a pesar de los primeros minutos del partido, después suelen entender que nuestras niñas solo quieren aprender y disfrutar. Es verdad que hubo otros equipos que no lo entendieron… Por suerte, las jugadoras partido a partido siguen ilusionándose con el siguiente.

Pero el motivo de estas líneas es agradecer el gesto del Distrito V FS A, nuestro rival el pasado domingo 20 de noviembre. El partido transcurrió como otros tantos, a los 6 minutos el resultado ya era de 6-0, cuestión que no crítico. Entiendo que los niños tienen ganas de jugar y la motivación más grande para ellos es marcar gol. Lo importante fue observar cómo ellos mismos alentados por su entrenador, retrasaron su defensa y permitían que nuestras jugadoras pudieran jugar e intentar practicar todo lo que cada viernes y domingo aprenden. El resultado, finalmente, en este caso, es lo de menos. Lo mejor es sentir y ver que niños en esta edad, asumen el valor del respeto, del esfuerzo y sobretodo de la humildad.

Finalizado el partido, todos los jugadores junto con su entrenador se acercaron a nuestro vestuario a dirigir unas palabras a nuestras jugadoras: «Chicas enhorabuena. Enhorabuena por el esfuerzo, por las ganas de aprender y disfrutar (…). No os rindáis, sé que es muy difícil para vosotras competir pero no os rindáis, seguir entrenando y luchando. Lo hacéis muy bien y tenéis que sentiros orgullosas. Enhorabuena». Cerrando con un fuerte aplauso.

Os podéis imaginar la sensación y el sentimiento que nos recorrió por dentro.

Sin más, agradecer a al Distrito V FS A y a su entrenador, el gesto y las palabras.

Seamos conscientes que en nuestras manos están pequeñas personas que en un futuro formarán parte activa de nuestra sociedad, y en nuestras acciones y decisiones estamos fomentando las prácticas que ellos llevarán a cabo.

María Veiga Pérez, entrenadora del 5 Coruña FSF Infantil.

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